Esta mañana, antes de escribir la entrada anterior del post, me estuve paseando por los bloggers literarios que suelo frecuentar a menudo para ver si se cocía alguna novedad. Y sí, me llamó la atención una reseña de un libro, del cual nunca había oido hablar ni una palabra. El libro es cuestión se titulaba: “Socorro, perdón” cuyo autor es:
Frédéric Beigbeder (Neuilly-sur-Seine, 1965) es autor de otras tres novelas, un libro de cuentos y un ensayo. Durante diez años simultaneó su trabajo publicitario con colaboraciones en diferentes medios de comunicación como cronista de la noche o crítico literario en revistas, periódicos y programas de radio y televisión. Con "13, 99 euros" tuvo un éxito extraordinario, encabezando durante meses las listas de best-sellers, y de paso fue despedido fulminantemente de la agencia de publicidad en la que era un brillantísimo creativo.
No leí ningún resumen del libro, sólo un trocito que el autor del post había querido destacar:
"En todas partes los cuerpos se pesaban como en los puestos de un mercado. Todos querían ser únicos, pero en realidad deseaban parecerse a la misma portada de revista. Y los sentimientos apenas se tenían en cuenta. Uno creía que se había enamorado, pero sólo obedecía a una campaña de Guess. Habíamos entrado en la era de la inhumanidad sexy. Evidentemente, yo no he conocido otras épocas, pero no creo que haya habido alguna en que los seres humanos hayan estado más celosos unos de otros. La gente se volvía totalmente majara desde que el egocentrismo se había erigido en la ideología dominante. Los publicitarios que decretaban el look mundial disponían de una influencia sin precedentes históricos. Las inversiones anuales en compra de espacio habrían podido eliminar diez veces el hambre en el mundo, pero se consideraba más urgente machacar caras para que los signos del lujo quedasen grabados en el 'fondo de la mente' de los hambrientos"
Y seguidamente el autor colocaba algunas frases del libro, tales como:
"Antes fingía ser normal, como todo el mundo"
"La verdadera locura aparece cuando cesa la comedia social"
"Había amado, amaría de nuevo, pero esperaba poder prescindir del amor Como además habia dejado todas las drogas duras, no veo por qué el amor debía constituir una excepción"
"Consideraba la amnesia la cumbre de la libertad; es una enfermedad bastante extendida en estos tiempos"
"Creía haberme librado del pasado como uno se libra de una mujer: cobardemente, sin encararla"
"Nadie olvida porque se lo ordenen"
"Las apariencias no sólo se guardan, si no que además son las que mandan"
"Las apariencias no sólo se guardan, si no que además son las que mandan"
Joder, después de leer esto ¿Quien no querría comenzar este libro?