ESTUDIANTE.- Y dígame usted, ¿de dónde salió usted esta mañana, de Posadas o de Palma?
TÍO TRABUCO.- (Se levanta, recoge sus jalmas y se va con ellas muy enfadado.)No señor, a la caballeriza, huyendo de usted, y a dormir con mis mulos, que no saben latín, ni son bachilleres.