jueves, 7 de julio de 2011

Único momento.

Aunque parezca mentira llevo unos días de un bajón impresionante, quizás sí que sé el motivo, quizás no, sólo sé que en estos intantes lo que más quiero en el mundo es un poco de tranquilidad, una estabilidad que me ayude a afrontar los obstáculos que se me ponen delante tan diariamente. Perdón que este post suene intrincado y un poco pesimista, pero es que no tengo la paciencia necesaria para ponerme a detallar tranquilamente cada pensamiento, desmenuzarlo ahora sería hacerle perder el poco valor que le queda durante estos minutos.

Sé que esa tranquilidad es efímera e imperfecta.

No voy a ponerme a buscarla, no tiene ningún sentido hacerlo, así que me limitaré únicamente a esperar a que llegue el momento oportuno. Cuando esté cerca lo sabré, habrá llegado, de momento se ven cositas, pero cositas en la lejanía, planes difusos que se suelen dejan a un lado para dar paso a las ilusiones venideras, aquellas que sabes con total certeza que la propabilidad de cumplirse es casi nula.

Una idealista, una idiota, una amante de la vida sin vida, así me describo a mí misma y aunque parezca una tontería es la única descripción posible en este monento, es lo único que podría decir sobre mí.
Las he pasado canutas, fatal, y ahora solo quiero algo más de tranquilidad que habitualmente, sólo algo más, me conformo con ese algo.

Pero no, no quiero que se queden en recuerdos, ya que lo intento, lo intento con el fin de conseguirlo, tiempo al tiempo y poco a poco, que no hace falta correr, nadie compite contigo en esta meta, solo tú misma contra el tiempo. 

Sólo yo misma.